Las librerías son más que un encuentro esporádico de personas y libros. Poseen una postura activa en la difusión de la cultura y el pensamiento de una comunidad, la cual se defiende con mayor firmeza desde la aparición de tiendas electrónicas como Amazon, Barnes and Noble, Apple, eBooks.com y de las editoriales electrónicas independientes.
Las buenas librerías lo saben y no es suficiente reordenar y atiborrar estanterías de best sellers o libros de negocios para producir una nueva cultura y conciencia del amor por la palabra impresa. Éstas establecen un ambiente favorable, que fomenta el pensamiento y la lectura, a través de las siguientes actividades:
Clubes de lectura
Al estilo de los salones literarios del siglo XVIII los grupos de lectores pueden utilizar la librería como lugar de contacto y discusión de las figuras más prestigiosas de todas las épocas de la literatura, la historia, la física, la economía o la filosofía. La idea es acercarse y compartir la pasión por conocer ideas ilustradas y científicas.
Ya sea que la librería abra sus puertas a grupos de lectura ya establecidos o que la librería imponga el tema, con estas reuniones seguirá siendo el referente de la sociedad lectora. Ya sea que lean los libros de los anaqueles de madera o de los que estén hechos de impulsos eléctricos cuantificables en bits hay que considerar a distintos grupos etéreos.
Anfitrión de eventos inusuales
El día del libro, el día del escritor y otro sinfín de efemérides son un punto de partida para establecer diferentes modalidades de encuentros en la librería. Pero para superarlas y hacer algo más que las conocidas presentaciones y lecturas de libros se puede invitar a los lectores y escritores a ser una parte más activa dentro del establecimiento.
Un ejemplo exitoso es el de Librero por un día, de la librería Tipos Infames en España. Quiénes invitan a los escritores locales a sugerir sus lecturas favoritas. Los lectores comparten un momento más personalizado y conversan a diferencia de su papel como público durante una presentación tradicional.
Además ¿por qué no organizar fiestas extrañas, música temática para un libro, concursos de disfraces, noches de fans en torno a libros? Sin olvidar comida temática para El Hobbit, Los juegos del hambre o estilo el Gran Gatsby, decoraciones y trajes asentarán el tono del evento que todos recordarán.
Talleres con creativos locales
Para organizar talleres especiales de escritura, fotografía, diseño de cómics o de filosofía se pueden identificar a autores y académicos locales creativos entre el público, que esté dispuesto a compartir sus conocimientos y a trabajar en conjunto. Los talleres pueden ser de una sesión o las que consideren necesarias.
Proponer a los lectores a que conozcan sus talentos artísticos para la escritura, música, pintura, ilustración e incluso teatro es parte de la difusión de la cultura y el pensamiento que se propone una buena librería.
Excursiones
Establecer un tour literario para las escuelas y colegios le revelará a los estudiantes un entorno y cultura de lectura. Expresarles cómo buscar en una librería, qué temas existen y a quiénes consultar les hará sentirse familiarizados con las herramientas de esta. Llevar a un niño a comprar un libro le demuestra que valora los libros lo suficiente como para gastar dinero en ellos