Un factor clave que separa a los excelentes escritores de los buenos es la calidad de la edición. Si estás trabajando en tu primera novela o en un Blog puede que editar tu propio trabajo sea una tarea difícil que podrías saltarte por completo o que podrías pasarte horas sin llegar a ningún lugar. Por eso te compartimos 8 consejos para que desarrolles tu habilidad de nazi de la ortografía y estilo:
1. No edites mientras escribas
Quizás ya hayas escuchado esto demasiadas veces, pero a muchos escritores les resulta difícil de cumplir. Está bien hacer una pausa y corregir un error, o reiniciar una oración, mientras se está creando el primer proyecto, pero no es algo que debes hacer con cada frase o párrafo entero.
2. Aléjate
Congela esas letras, no edites inmediatamente. Con una pieza corta como un artículo basta un día o incluso un par de horas. Si has escrito una novela entera, trata de ponerla a un lado por lo menos una o dos semanas antes de comenzar. De esta manera podrás leer más fácil a través del trabajo que hiciste porque te encontrarás con nuevas ideas, borrarás capítulos enteros que no se ajustan o rellenaras agujeros que quedaron en la trama. Identificarás incoherencias de los personajes entre otros problemas.
3. Lee al revés
Toma tu manuscrito y lee de atrás para adelante para identificar horrores ortográficos. Será mejor si estableces signos especiales para cada error. Por ejemplo circula los verbos, señala la puntuación y subraya los adjetivos. Sé creativo utiliza colores y re-saltadores.
Si encuentras leer hacia atrás demasiado extraño toma un lápiz y subraya cada línea a medida que lees. Prueba aumentar el tamaño de letra para que no veas tantas palabras a la vez en la pantalla.
4. Elige otro formato
Trasladar tus palabras a un formato distinto te ayudará a detectar problemas o errores con mayor facilidad. Puedes imprimir la entrada de tu blog antes de editarla o transferir tu manuscrito a un dispositivo e-reader. A menudo, te será útil echar un vistazo a tu trabajo en una forma impresa, si tienes un blog también puedes elegir la función de “vista previa” para comprobar el diseño y el estilo (color de letra, fuente y contenido adicional que incluyas).
Incluso para un correo electrónico muy largo o boletín importante es mejor enviar una prueba a tu propia cuenta para fijarte de los problemas como los párrafos demasiado cortos / largos o errores tipográficos evidentes.
Lee en voz alta, no sólo pienses en cualquier tipo de tinta, despacio y cada una de las palabras.
5. Olvida los detalles
Con demasiada frecuencia, los escritores comienzan su edición con pulir cada frase – y luego terminan cortando grandes trozos de su material-. Es mucho más eficiente empezar por editar toda la pieza haciendo lo siguiente:
- Corta o mejora los capítulos y secciones: Quizás son demasiado avanzadas para la pieza, o son una tangente del punto principal pero es mejor decidir si se van antes de que pierdas tiempo en excavar hacia abajo en las frases y palabras individuales.
- Completa la información y documentación que necesitas.
6. Recorta el 10% de tus palabras
Una vez que estés satisfecho con la forma y el flujo de la pieza, es el momento de cortar. La mayoría de los escritores usamos más palabras de las que necesitamos, y nos debilitan nuestro argumento o historia en el proceso. Cuenta el número de palabras de lo que has escrito y tratar de reducirlo un 10%. Si has escrito 800 palabras en la entrada del blog, el objetivo sería reducirlo a 720. Ten cuidado con:
- Repetir el mismo punto varias veces – a menos que lo hagas como un recurso retórico- es algo innecesario. Confía con que el lector lo entenderá la primera vez.
- Frases como “en mi opinión …” o “yo creo que …” muy a menudo, sólo debes recortarlas.
- Adjetivos innecesarios como “John dijo en voz alta” cuando puedes decir: “John gritaba”.
7. No confíes en el corrector del procesador de palabras.
A veces el corrector ortográfico subraya las palabras que están bien escritas, así que no confíes ciegamente en todas las sugerencias que te muestra.
8. Déjalo ir
Por último, en algún momento te debes detener.Si ya quitaste una coma y la has vuelto a poner de nuevo, si escribes la introducción y la vuelves a cambiar entonces ya es momento de exponer tu trabajo al mundo. Porque, como todo escritor, jamás te sentirás seguro acerca de lo que has escrito. Te quedará una sensación de que todavía podría ser mejor, pero la perfección es un objetivo inalcanzable, confórmate con lo excelente. Una pieza publicada es infinitamente más útil a los lectores que una que se encuentra en el disco duro para siempre.